ARTROSCOPÍA EN NUESTRAS MASCOTAS
Un método mínimamente invasivo y de rápida recuperación
Se entiende por artroscopía, la exploración de una
articulación desde su interior en un procedimiento de cirugía mínimamente invasivo, mediante instrumentos ópticos, que permiten la
visualización directa de las superficies articulares, ligamentos y estructuras
anexas.
La endoscopía en la cirugía ortopédica, comenzó con
los esfuerzos realizados en el año 1918 por el Dr. Kenji Takagi, profesor de Cátedra
de Ortopedia y Traumatología de la Universidad de Tokio. Él tuvo la idea de
practicar una exploración a la rodilla de un cadáver sin tener que abrir para
ello la articulación, para ésto empleó un cistoscopio infantil. Las
conclusiones a las que llegó Takagi fueron bastante satisfactorias, pero el
método no llegó a generalizarse debido al difícil manejo del instrumental disponible.
A pesar de eso puede considerarse a Takagi como pionero de la artroscopía en el
mundo.
Posteriormente se publicaron diferentes trabajos
sobre el tema y se diseñaron diferentes aparatos pero, fué en 1960 cuando el
profesor Watanabe, compañero y discípulo del pionero, diseñó un nuevo
artroscopio, el cual fué la base de los diseñados actualmente, por lo que
podemos considerar a Watanabe como padre de la artroscopía moderna.
Desde los años 80 el desarrollo de la artroscopía y
de las técnicas artroscópicas en humanos ha sido realmente exponencial.
La primera experiencia en modelo canino fué
publicada en 1978 como método de exploración articular por G.H. Siemering.
Desde esos años hasta hoy en día esta técnica se ha convertido no sólo en una
herramienta diagnóstica sino también terapéutica, mostrando un desarrollo
acelerado en todo el mundo incluso Latinoamérica.
Las ventajas que ha demostrado esta técnica son
muchas, pero entre las más interesantes podemos mencionar:
1)
Mejor
observación de la articulación a un aumento mayor que la que nos permite
nuestra visión.
2)
Permite
una inspección intra-articular detallada, entregando información valiosa que no
puede ser obtenida por las técnicas clásicas de examinación clínica y
radiológica, siendo estas dos las más usadas por los veterinarios.
3)
Menor
lesión de tejidos blandos.
4)
Mayor
velocidad de regreso a funcionamiento normal post-quirúrgico (12 a 48 horas
post-intervención).
5)
Menor
dolor post-quirúrgico por menor daño en sitio incisional y capsular.
6)
Mantención
de un ambiente hídrico (humectado) del espacio articular.
Un artroscopio es un pequeño tubo que se
inserta dentro del cuerpo y consiste en un sistema de lentes, una pequeña
cámara de vídeo y una luz. La cámara está conectada con un sistema de
monitorización que le permite al cirujano ver la operación mientras se está
realizando. Frecuentemente, el artroscopio se utiliza junto con otros
instrumentos que, por lo general, se insertan a través de otra incisión. A
diferencia del artroscopio estos instrumentos se utilizan para sujetar,
realizar incisiones o como sonda.
La artroscopía nos permite visualizar, en su
posición anatómica normal, los diferentes elementos de la articulación y
visualizar su función correcta. Ver los colores, las tensiones y las fibras, al
igual que la cápsula articular. Además permite mover la articulación mientras
se observa, por lo tanto es una examinación tanto en condición estática
(reposo) como en cinética (movimiento).
Además de ver la articulación, la artroscopía
actual nos permite grabar la exploración en video o en soporte digital, lo que
nos da la oportunidad de visualizarlo las veces que creamos conveniente,
aumentar, disminuir o manipular la imagen para alcanzar un diagnóstico exacto.
¿En qué suele
consistir la cirugía artroscópica?
Aunque
los procedimientos varían, por lo general, la cirugía artroscópica consiste en
lo siguiente:
Anestesia general, local o epidural.
Una
pequeña incisión en la piel del paciente.
El
artroscopio se inserta a través de la incisión.
Es
posible que se realicen otras incisiones para introducir otros instrumentos de
sujeción, corte o sondeo.
Se
transmite luz al extremo del artroscopio mediante fibra óptica.
La
información referente al interior de la articulación se transmite a una
pantalla.
De
ser necesario, es posible realizar cirugía correctora durante el procedimiento
inicial de diagnóstico.
Luego del procedimiento puede que se
apliquen vendajes o apósitos sobre el área operada.
USOS DE LA ARTROSCOPÍA:
DIAGNÓSTICO:
Diagnóstico
certero de corte, desgarro o laxitud de ligamentos.
Lesiones
degenerativas articulares y sobrecrecimientos óseos.
Inflamación:
Sinovitis o inflamación de la capa que reviste por dentro la articulación
(ejemplo la Sinovitis villonodular).
Daños
crónicos o agudos de la superficie articular (cartílago articular) o fibro-cartílagos,
como son los meniscos.
Diagnóstico
de ocd (Osteo-condritis Disecante).
Diagnóstico
de no unión en cartílagos de crecimiento.
Tumores
articulares.
Toma de
muestras y biopsias.
TERAPÉUTICA:
Extracción
de proceso ancóneo no fusionado.
Remoción de ocd’s, reactivación desde hueso subcondral
y formación de fibro-cartílago.
Remoción o
sutura de rotura de meniscos.
Limpieza
articular, debridación e instilación de medicamentos.
Escisión de condromas (formación metaplásica de múltiples nódulos cartilaginosos benignos en la
subíntima de la membrana sinovial), lipomas (proceso
hiperplásico del tejido adiposo de la subíntima de la membrana sinovial), quistes sinoviales, fibrosarcoma e hiperplasias articulares.
Remoción,
sutura o reconstrucción de ligamentos cruzados de la rodilla y del ligamento
redondo del fémur.
Extracción de osteofitos y
entesiofitos en tendón bicipital.
Limpieza del proceso
coronoideo del hueso del radio.
Esta técnica quirúrgica ha demostrado ser útil en el diagnóstico y
tratamiento de diferentes patologías articulares, sin embargo los costos
elevadísimos del equipamiento básico (un Artroscopio de 2,7mm cuesta alrededor
de US$ 3000; el equipo básico completo cuesta US$ 25.000) hacen que este tipo de cirugías en Estados
Unidos y Europa cuesten más del doble que las realizado por métodos
tradicionales. Esto no ocurre de la misma manera en Latinoamérica ya que los
dueños de nuestros pacientes no están en condición de pagar precios excesivamente
altos. Es así como en Chile estamos realizando estas intervenciones con costos
competitivos con los de métodos más tradicionales (artrotomía: mediante incisión
quirúrgica en la articulación), aunque el costo de reposición de los equipos
siga siendo elevado.
Es por esto que en un corto plazo este método se hará cada vez más masivo
en el tratamiento de las patologías articulares y sin duda se llegará a los
niveles de países desarrollados, en los que no se concibe una cirugía articular
sin el uso de un artroscopio.