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MI MASCOTA ESTÁ COJA ¿Qué le estará pasando?

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LO QUE TODO TUTOR SE PREGUNTA, PERO POCOS TOMAN LAS DECISIONES CORRECTAS

En un abrir y cerrar de ojos, tu mascota ha empezado a cojear. Este tipo de comportamiento puede ser alarmante para cualquier dueño, y es crucial entender las posibles causas para poder actuar de manera adecuada. Las cojeras en las mascotas pueden clasificarse en agudas o crónicas, y cada una tiene sus propias características y causas.

COJERAS AGUDAS

Las cojeras agudas son aquellas que aparecen de manera repentina y suelen ser resultado de una lesión reciente. Típicamente los tutores describen que “en la mañana estaba bien y en la tarde estaba cojo con la patita en alto”. Las causas más comunes en orden descendente incluyen: Traumatismos: Las causas traumáticas de cojeras en perros son variadas y generalmente resultan de lesiones físicas que afectan sus extremidades o articulaciones. Aquí te presento algunas de las causas traumáticas más comunes:

1. Cortes de Ligamentos y Distensiones

Los cortes de Ligamento y las distensiones (lesiones en los músculos o tendones) son causas frecuentes de cojera en perros. El corte del ligamento cruzado de la rodilla, también conocido como ruptura del ligamento cruzado craneal (LCC), es la causa más común de cojera del miembro posterior de cojera aguda en perros, especialmente en razas pequeñas y medianas muy activas. A continuación, se detallan las principales causas y factores que contribuyen a esta lesión:

Traumatismo Agudo: Los movimientos bruscos, repentinos y repetidos en el tiempo, como saltar en dos patas o girar rápidamente, pueden provocar una ruptura del ligamento cruzado con el tiempo. Esto es especialmente común durante actividades intensas, como jugar, correr, saltar desde altura o participar en deportes caninos.

Degeneración del Ligamento: Con el tiempo, el ligamento cruzado puede debilitarse y desgastarse, lo que lo hace más susceptible a romperse incluso con actividades normales. La degeneración puede estar relacionada con la inflamación subclínica repetida en el tiempo debido a mascotas muy que afectan la salud del tejido conjuntivo.

Conformación Anatómica: Algunas razas de perros tienen una predisposición genética a la ruptura del ligamento cruzado debido a la estructura de sus rodillas. Razas como el Labrador Retriever, el Rottweiler y el Bulldog suelen tener un mayor riesgo debido a su conformación anatómica.

Obesidad: El exceso de peso pone una presión adicional en las articulaciones, incluyendo las rodillas. Esta carga extra puede contribuir al desgaste y eventual ruptura del ligamento cruzado.

Condiciones Concurrentes: Problemas de salud preexistentes, como la artritis, pueden debilitar el ligamento cruzado y aumentar el riesgo de ruptura. La inflamación crónica y la degeneración de las articulaciones afectan la estabilidad y resistencia del ligamento.

Falta de Condicionamiento Muscular: La falta de fuerza y tono muscular en las patas traseras puede contribuir a una mayor inestabilidad de la rodilla, haciendo que el ligamento cruzado sea más susceptible a lesiones. Un acondicionamiento físico inadecuado puede resultar en un mayor riesgo de rupturas durante actividades físicas.

Factores Genéticos: Algunas investigaciones sugieren que hay una predisposición genética a la ruptura del ligamento cruzado en ciertas razas. Esta predisposición puede estar relacionada con la composición del tejido del ligamento, el temperamento activo de la raza y la estructura de la articulación.

Accidentes y Lesiones: Golpes directos en la rodilla, caídas o accidentes pueden causar una ruptura del ligamento cruzado.

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Estos eventos traumáticos pueden ocurrir durante el juego, en peleas con otros animales, o en accidentes automovilísticos. Diagnóstico y Tratamiento Si sospechas que tu perro ha sufrido una ruptura del ligamento cruzado, es esencial llevarlo al Médico Traumatólogo para una evaluación ortopédica completa. El diagnóstico incluirá un examen ortopédico completo, ecografía y, en algunos casos, una resonancia magnética (MRI) para ver las estructuras de la rodilla que pueden haberse afectado con esta lesión. El tratamiento de la ruptura del ligamento cruzado generalmente requiere de una intervención quirúrgica, como la técnica de estabilización extracapsular e intracapsulares, la osteotomía de nivelación de la meseta tibial (TPLO) o la osteotomía de avance de la tuberosidad tibial (TTA). El enfoque quirúrgico adecuado dependerá del tamaño, la edad y el nivel de actividad del perro, así como de la experiencia del veterinario.

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2. Fracturas Las fracturas óseas son una causa traumática significativa de cojera.

Pueden ser resultado de accidentes, como atropellamientos, caídas desde alturas o peleas con otros animales. Las fracturas pueden variar desde simples hasta complejas, algunas de las cuales requieren intervención quirúrgica.

Diagnóstico y Tratamiento Las fracturas

en perros son lesiones comunes que pueden ocurrir debido a accidentes, caídas, peleas o cualquier trauma significativo. A continuación, se describen los métodos de diagnóstico y las opciones de tratamiento para fracturas en perros. Examen Ortopédico El primer paso en el diagnóstico de una fractura es un examen físico completo realizado por un veterinario. Durante este examen, el veterinario evaluará la extremidad afectada para detectar signos de dolor, hinchazón, deformidad y movilidad anormal. El veterinario también revisará otras posibles lesiones asociadas con el trauma. Radiografías (Rayos X) Las radiografías son la herramienta de diagnóstico principal para confirmar una fractura y evaluar su severidad. Las imágenes radiográficas permiten al veterinario visualizar la ubicación y el tipo de fractura, así como la alineación de los fragmentos óseos. Tomografía Computarizada (TC) En casos complejos o cuando las radiografías no proporcionan suficiente información, puede ser necesaria una tomografía computarizada. La TC ofrece imágenes detalladas en 3D, lo que es especialmente útil para fracturas articulares o fracturas en áreas difíciles de evaluar con radiografías estándar. El tratamiento de las fracturas en perros varía según el tipo, la ubicación y la severidad de la fractura, así como la edad, el tamaño y el estado de salud general del perro. Las opciones de tratamiento incluyen:

Inmovilización Externa Vendajes y Enyesados: Para fracturas simples y estables, especialmente en cachorros, se puede usar un vendaje o un yeso para inmovilizar la extremidad y permitir la curación.

Férulas: Las férulas pueden proporcionar soporte adicional a una extremidad fracturada, especialmente cuando es necesario mantener una alineación específica durante la curación.

Reducción Cerrada y Fijación Interna Clavos Intramedulares: Se insertan clavos dentro del canal medular del hueso para estabilizar la fractura. Este método es común para fracturas de huesos largos como el fémur y la tibia.

Placas y Tornillos: Las placas metálicas y los tornillos se usan para fijar los fragmentos óseos externamente. Este método proporciona una estabilidad robusta y es adecuado para fracturas complejas.

Alambres de Cerclaje: Los alambres se envuelven alrededor de los fragmentos óseos para mantenerlos en su lugar, a menudo en combinación con otros métodos de fijación.

Reducción Abierta y Fijación Externa Fijadores Externos: Los fijadores externos utilizan varillas y anillos fuera del cuerpo del perro, conectados a los huesos mediante pines que atraviesan la piel. Este método es útil para fracturas abiertas o cuando la fractura involucra múltiples fragmentos.

Cuidados Postoperatorios y Recuperación

Control del Dolor El manejo del dolor es crucial para la recuperación. Los analgésicos y antiinflamatorios se administran según sea necesario para mantener al perro cómodo. Reposo y Restricción de la Actividad Es esencial limitar la actividad física del perro durante el período de curación para evitar daños adicionales. Esto puede incluir el confinamiento en una jaula o un área pequeña y el uso de correa para los paseos. Fisioterapia y Rehabilitación La fisioterapia puede ayudar a restaurar la movilidad y la fuerza muscular después de una fractura. Ejercicios específicos y terapia física, como masajes y terapia con láser, pueden ser recomendados por el veterinario.

3. Luxaciones y Dislocaciones

Una luxación es cuando un hueso se sale de su articulación, mientras que una dislocación es una separación parcial de la articulación. Estos problemas pueden ocurrir debido a golpes fuertes o movimientos bruscos y degeneración por artrosis. Estos resultan en dolor intenso y cojera. Diagnóstico de Luxaciones y Dislocaciones Examen Ortopédico El Traumatólogo evaluará la extremidad afectada, buscando signos de dolor, hinchazón y deformidad. La movilidad de la articulación también será examinada. Radiografías (Rayos X) Las radiografías son esenciales para confirmar la luxación o dislocación y evaluar el grado de desplazamiento y cualquier posible daño adicional a los huesos o tejidos blandos. Tomografía Computarizada (TC) En casos complejos, una TC puede proporcionar una imagen más detallada de la articulación afectada. Cuidados Postoperatorios y Recuperación Control del Dolor Se administrarán analgésicos y antiinflamatorios para manejar el dolor y la inflamación. Reposo y Restricción de la Actividad El perro debe limitar su actividad física para permitir la correcta curación de la articulación. Esto puede implicar confinamiento y paseos con correa. Fisioterapia y Rehabilitación La fisioterapia puede ayudar a recuperar la movilidad y la fuerza en la articulación afectada. Ejercicios específicos y técnicas como la hidroterapia pueden ser beneficiosos.

4. Heridas, Cuerpos Extraños y Laceraciones

Las heridas en las patas o en las almohadillas plantares, causadas por objetos afilados como vidrios o espinas, pueden provocar dolor significativo y cojera. Además, estas heridas pueden infectarse si no se tratan adecuadamente.

5. Contusiones

Las contusiones son lesiones en los tejidos blandos, como músculos y piel, causadas por golpes o caídas. Aunque pueden no ser visibles externamente, pueden causar dolor y cojera.

6. Lesiones en las Uñas

Las uñas rotas, desgarradas o arrancadas son bastante dolorosas y pueden causar cojera. Estas lesiones pueden ocurrir durante el juego, al correr sobre superficies ásperas o debido a un mal recorte de uñas.

7. Lesiones por Exceso de Ejercicio

El ejercicio excesivo, especialmente en perros que no están acostumbrados a un alto nivel de actividad, puede causar lesiones en músculos y articulaciones, resultando en cojera.

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COJERAS CRÓNICAS

Las cojeras crónicas son aquellas que se desarrollan de manera gradual y persisten durante un largo período. Algunas causas comunes incluyen: Artritis Especialmente en mascotas mayores, la artritis es una causa común de cojera crónica. La inflamación de las articulaciones puede causar dolor y rigidez, dificultando el movimiento. Displasia Esta es una condición hereditaria común en ciertas razas de perros, donde la articulación no se forma correctamente. Con el tiempo, esto puede causar cojera y dolor crónico. Entre estas, la displasia de cadera y de codo son afecciones ortopédicas comunes en perros que pueden causar dolor y dificultad para moverse.

1. Displasia de Cadera

Descripción La displasia de cadera es una malformación de la articulación de la cadera, donde la cabeza del fémur no encaja correctamente en la cavidad del acetábulo. Esta condición puede llevar a la degeneración del cartílago articular y causar artritis.

Causas Genética: La principal causa es hereditaria.

Factores Ambientales: Crecimiento rápido, exceso de ejercicio, sobrepeso, y una dieta inadecuada pueden agravar la condición. Síntomas Dificultad para levantarse, correr o saltar. Cojera intermitente o continua. Dolor en la cadera. Movilidad reducida. Renuencia a realizar actividades físicas.

Diagnóstico Examen Ortopédico: Evaluación de la marcha y palpación de las caderas.

Radiografías: Confirmación de la displasia y evaluación del grado de degeneración articular.

Tratamiento Manejo Conservador: Control del peso, ejercicio moderado, y suplementos como glucosamina y condroitina.

Medicamentos: Analgésicos y antiinflamatorios para controlar el dolor y la inflamación.

Fisioterapia: Terapias como la hidroterapia pueden mejorar la movilidad y reducir el dolor.

Cirugía: En casos severos, procedimientos como la denervación de cadera, osteotomía de la pelvis, la triple osteotomía pélvica (TPO), o la sustitución total de cadera (THR) pueden ser necesarios.

2. Displasia de Codo

Descripción La displasia de codo es una malformación de la articulación del codo que puede involucrar varias anormalidades, incluyendo el proceso coronoides fragmentado (FCP), el proceso anconeo no unido (UAP), la osteocondritis disecante (OCD) y la incongruencia articular. Estas condiciones pueden causar artritis prematura.

Causas Genética: La herencia juega un papel crucial.

Factores Ambientales: Traumas, sobrepeso y un crecimiento rápido pueden contribuir a la displasia. Síntomas Cojera en una o ambas patas delanteras. Hinchazón y sensibilidad en el codo. Dolor al extender o flexionar el codo. Rigidez después de descansar.

Diagnóstico Examen Físico: Evaluación de la movilidad y dolor en el codo. Radiografías: Identificación de anormalidades óseas y evaluación del grado de artritis.

Tomografía Computarizada (TC): Proporciona una imagen más detallada de la articulación para casos complejos.

Tratamiento Manejo Conservador: Control del peso, ejercicio moderado y suplementos articulares.

Medicamentos: Analgésicos y antiinflamatorios.

Fisioterapia: Ejercicios controlados y terapias como la hidroterapia.

Cirugía: Remoción de fragmentos sueltos, realineación de los huesos, o en casos severos, cirugía correctiva del codo.

Prevención y Manejo Prevención Cría Responsable: Seleccionar perros reproductores libres de displasia mediante exámenes ortopédicos y radiografías.

Nutrición Adecuada: Proporcionar una dieta balanceada y evitar el sobrepeso.

Ejercicio Moderado: Evitar actividades de alto impacto durante el crecimiento.

Manejo Control del Peso: Mantener un peso corporal saludable para reducir el estrés en las articulaciones.

Ejercicio Regular: Ejercicios de bajo impacto como caminar y nadar.

Suplementos Articulares: Glucosamina y condroitina pueden ayudar a mantener la salud articular.

Revisiones Veterinarias: Evaluaciones regulares para monitorear la progresión de la enfermedad y ajustar el tratamiento.

Conclusión La displasia de cadera y de codo son condiciones ortopédicas serias que requieren atención veterinaria adecuada para mejorar la calidad de vida del perro afectado. Con un diagnóstico temprano y un manejo adecuado, es posible controlar los síntomas y mantener una buena calidad de vida para las mascotas. Si sospechas que tu perro puede tener displasia de cadera o de codo, consulta a tu veterinario para una evaluación y plan de tratamiento adecuado. Hernias de columna Condiciones como la enfermedad del disco intervertebral pueden afectar la movilidad de la mascota, causando cojera en una o más extremidades. Enfermedades metabólicas Enfermedades como la enfermedad de Cushing o hipotiroidismo pueden afectar los músculos y articulaciones, causando debilidad y cojera. Tumores Los tumores óseos o de tejidos blandos también pueden ser una causa de cojera crónica. Es crucial realizar un diagnóstico temprano para abordar cualquier posible malignidad. ¿Qué Hacer si Tu Mascota Está Coja? La observación atenta es clave.

Si la cojera persiste por más de 24 horas o si hay signos evidentes de dolor, inflamación, o heridas visibles, se debe buscar atención veterinaria de inmediato.

El traumatólogo realizará un examen físico completo e llegará a diagnóstico y un tratamiento definitivo .

Conclusión

La cojera en las mascotas puede ser causada por una amplia variedad de factores, desde lesiones traumáticas hasta condiciones crónicas. Como dueño responsable, es fundamental estar atento a los cambios en la movilidad de tu mascota y buscar ayuda veterinaria cuando sea necesario. Es importante que las mascotas sean diagnosticadas rápidamente por un especialista (Traumatólogo) ya que muchas de estas patologías pueden disminuir o casi desaparecer al recetarles antinflamatorios y analgésicos. Sin embargo, al no tratar la causa de la cojera, esta regresará con el tiempo y otros tejidos estarán afectados, lo que puede hacer más costoso su tratamiento y menos eficiente su resolución. Con una atención y tratamiento adecuados, muchas mascotas pueden recuperarse completamente y llevar una vida activa y saludable.

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